Las primeras percepciones que sentimos al ver algo, suelen permanecer durante mucho tiempo. Son fundamentales. En unas ocasiones, las sensaciones venideras terminan por cambiar la primera impresión, la tachan y termina por caer en el olvido. En otras, el sentimiento es tan potente que se repite constantemente y se afianza.
La pretemporada acaba de comenzar, y el Real Valladolid la ha iniciado con una cómoda victoria ante Los Gatos de Íscar en el campo de San Miguel. Dos goles de Jofre, en el minuto 21 de partido, y del debutante Víctor Pérez, en el 86, cuando se apagaba el encuentro, significaron el primer paso en firme de Djukic y el equipo blanquivioleta.
Aunque el Real Valladolid se dividió en dos onces por cada mitad, el juego, en conjunto, fue similar. A sabiendas de la poca frescura que se presupone en el primer amistoso del verano, éste no dejó mal sabor de boca a los aficionados que pudieron seguirlo.
En la primera mitad, los blanquivioletas salieron con Jaime en portería, una línea de cuatro formada por Barragán en el lateral derecho, Valiente y Raúl Navas como centrales y Pablo Gómez de lateral zurdo. Por delante, el doble pivote lo formó Álvaro Rubio y el franco-tunecino Mehdi Nafti, mientras que la línea de tres fue representada por Sisinio en la derecha, Jofre en la izquierda y Óscar en el enganche. Aquino hizo las de ‘9’, como referencia ofensiva.
El propio Aquino protagonizó las mejores ocasiones de la primera mitad. Fue el receptor de los balones surtidos desde la zona de tres cuartos y medular. Disfrutó, además, de varios mano a mano que desaprovechó ante un Marcos, guardameta del Íscar, que se convirtió en un seguro bajo palos y mejor jugador local del partido.
En un error de la defensa iscariense, el torito Aquino asistió a Jofre para que el extremo definiera y consiguiera el primer gol del nuevo proyecto de Suárez como dueño del club y de Djukic como técnico. El jugador catalán mostró peligro e inquietó a la defensa rival, al igual que el recién renovado Óscar González.
Ellos dos y Dani Aquino fueron los futbolistas más destacados en una primera mitad dominada tanto en posesión como en ocasiones, ya que el Íscar apenas hizo trabajar a Jaime en sus primeros minutos como portero del Real Valladolid.
El segundo periodo sirvió para seguir confeccionando, haciendo pruebas y comprobando el estado físico de los futbolistas. Entonces, salió al escenario el segundo equipo que el entrenador serbio combinaría. Salcedo, portero que ya conoce de su paso por el Mouscron belga, sustituyó a Jaime.
Carlos Peña jugó en el lateral dejado por Pablo Gómez –terminó su participación con una pequeña lesión-, Fran No y Juanito jugaron en el centro de la defensa y el jovencísimo canterano Felipe lo hizo en el lateral derecho. El centro del campo fue el territorio de Jorge Alonso y Rueda, en media punta jugó Víctor Pérez, las bandas fueron ocupadas por Marquitos y Quique, y Alberto Bueno actuó arriba.
El mediocentro procedente del Huesca tuvo un debut ilusionante. Se desempeñó con criterio en su hábitat, supo distribuir el balón, chutó a portería y mostró su calidad. La recompensa, el gol. Corría el minuto 86 de partido, cuando consiguió superar a Marcos tras realizar un recorte preciso y chutar al segundo palo.
El portero de Los Gatos ya desbarató una chilena de Alberto Bueno, menos participativo de lo que se espera, en el área pequeña. El delantero, que volvía de una cesión en Derby, únicamente dispuso de ocasiones momentos antes de ser sustituido por el angoleño Manucho. Los otros dos futbolistas que también participaron en la primera prueba del verano fueron Matabuena -en sustitución de Fran No- y Toni –ocupó la posición cedida por Marquitos.
Con el primer test realizado, Miroslav Djukic afirmó estar “contento con la predisposición”. Además, opinó que la progresión es buena, aunque “falta frescura”, algo normal a estas alturas.
Sólo es el inicio, aunque la primera percepción fue convincente. El equipo intentó jugar. Intentó crear una idea. Eso sí, tan sólo es una sensación. Y quedan muchas.