Nueva victoria del Real Valladolid, que suma y sigue en la presente temporada. La de esta tarde noche sirvió para redondear un día especialmente emotivo. A la festividad local se unía el homenaje a Alberto Marcos por su trayectoria como blanquivioleta.
Lástima que ese cúmulo de sensaciones vivido instantes previos al pitido inicial no tuviese continuidad a lo largo de los 90 minutos. Con dos onces de circunstancias, tanto el Pucela como la S. D. Huesca privaron a los aficionados que hoy sí acudieron en mayor número a Zorrilla de presenciar un espectáculo acorde con la ocasión.
Y eso que los de Antonio Gómez volvieron a salir arrollando. Unas manos de Molinero dentro del área a centro de Javi Navas, la sorpresa más grata del encuentro, sirvieron para que Jorge Alonso anotara el único tanto del encuentro.
Sin embargo, tal y como sucediera el pasado domingo en Granada, aunque hoy con mayor justificación quizá, el conjunto blanquivioleta se acomodó de nuevo en el resultado sintiéndose más seguro defendiendo y cediendo toda la iniciativa al equipo rival.
La S. D. Huesca se estiró pero sin llegar a concretar su dominio en ocasiones claras. A vuelta de vestuarios, la dinámica no varió lo más mínimo. Cuando la incertidumbre del marcador empezaba a generar cierto nerviosismo entre el respetable, la segunda tarjeta amarilla de Molinero contribuyó a calmar la zozobra generalizada.
No obstante, el equipo azulgrana entrenado por Onésimo gozó de una última oportunidad en una falta postrera que lamió el poste de la portería de Jacobo. Finalmente, tan sólo fue un pequeño susto que no impidió que el Valladolid siga prolongando su magnífico inicio de temporada.