Por más que muchos lo intentaran, Clemente no es «Superman». No por menos esperado, el descenso deja de ser menos doloroso. La victoria frente al Racing daba aliento al equipo para luchar hasta el último minuto, aunque a nadie se le escapaba que sólo una hazaña podría librar a los blanquivioleta de nadar para morir en la orilla.
La esperanza duró casi media hora. La que tardaron los de Guardiola en sacudirse los nervios y poner la directa hacia la consecución de su vigésimo título liguero. Para colmo de males, la mala fortuna (o el destino) se cebó con el Pucela para despertar a los culés. Un gol en propia meta de Luis Prieto sirvió para que el Barça abriera la lata.
Pedro, en estado de gracia a lo largo de toda la temporada, se encargó de que no hubiera ni el más mínimo de margen de reacción para la remontada visitante. Antes del descanso, el canario cerró el partido con el segundo tanto.
A vuelta de vestuarios, los azulgranas redondearon la celebración con otros dos goles más, obra de Leo Messi, pichichi del campeonato tras igualar el récord anotador de Ronaldo en una misma campaña. Cruce de sentimientos sobre el terreno de juego del Camp Nou.
Al final, el Málaga se libra del descenso gracias a su empate ante el Real Madrid. Xerez y Tenerife acompañarán al Valladolid en su vuelta al destierro de la División de Plata. Sólo cabe pensar cuanto antes en el retorno a la elite. ¡AÚPA PUCELA!