Me hubiera gustado titular el artículo con un enorme y contundente “Con un par de…”, pero quizá fuera demasiado ordinario para lo que pretendo transmitir. Sobre lo que quiero hablar es sobre las palabras que dijo Marcos en rueda de prensa el martes, tras la reunión de equipo en la que incluso Carlos Suárez estuvo presente en el vestuario después del entrenamiento. Esta reunión tenía como objetivo dar un tirón de orejas a los jugadores y dejar las cosas claras.
La frase que más me impactó de Marcos en la rueda de prensa fue, sin duda, la de: “Si tú peleas y trabajas, luego puedes ir con la cabeza bien alta, y en esta situación nadie puede ir con la cabeza alta. Nosotros no estamos obligados a jugar bien. Los aficionados y directivos nos exigen correr”.
El capitán, todo hay que decirlo, nunca ha sido plenamente de mi confianza y cada vez que le veo en el campo no me transmite la seguridad que debería transmitirme un defensa, pero esta vez ha ejercido precisamente de eso, de capitán, y lo ha hecho como mandan los cánones. Dejando las cosas claras pero sin que lleguen a escocer. En un momento en que el equipo no está dando buen juego y mucho menos buenos resultados, el jefe del vestuario (el único que ha quedado tras la marcha de García Calvo y Víctor) ha levantado la voz para decir a los aficionados que aún queda mucho camino por delante y que confía en que se levante el vuelo, sabiendo que hay capacidad para ello, dada la capacidad de la plantilla.
Pero no sólo se ha encargado de dar un rayo de esperanza a los seguidores, argumentando que los jugadores se van a dejar la piel en el campo. También ha aprovechado para dar un tirón de orejas al equipo en general y, en parte, también a la afición. Y, sinceramente, a mí me ha convencido. Si se ve o se lee su discurso, se podría interpretar como el típico alegato de pesimismo, ahora que las cosas no están bien, pero no es así. El capitán habló convencido de lo que decía y con la verdadera intención de que sus palabras tengan un efecto real. “Lo que podamos decir no vale para nada. Si tengo enfrente un rival, no va a pasar y sólo lo conseguirá si es mejor que yo, pero pondré todo de mi parte para que no lo consiga”. Con la determinación de que todo el equipo se contagie de esta actitud.
Y sobre la cuestionabilidad que se ha levantado últimamente sobre Mendilibar, también habló el lateral zurdo. ¿Es que ya se ha olvidado todo el mundo de todo lo que ha hecho el entrenador por este Valladolid? Artífice del ascenso, ha conseguido entrenar durante las tres temporadas pasadas a un equipo que ha contado en su mayoría con jugadores cedidos o que vinieron gratis de otros equipos por que no contaban allí. Marcos también hizo alusión al apoyo con el que cuenta el míster dentro del vestuario, e hizo saber que no están afectando para nada las críticas que se escuchan del técnico de Zaldibar desde los medios o desde parte de la propia afición.
No es nada fácil para un entrenador trabajar con un equipo en el que cada año llegaban jugadores nuevos, pero claro, lo más fácil es criticar, y no apoyar al equipo en situaciones complicadas, como deberíamos hacer todos. Yo tengo fe en este equipo y en su entrenador. Al tiempo.